Por. Yania Salazar
Lo escondido, lo matizado por lo prohibido, lo que nadie se atreve a postular como posible.
El peor daño que se le puede hacer al ser humano es inhibirle el conocimiento. Más hoy en día cuando el siglo ha dado vuelta y la gente es más curiosa, más dispuesta para conocer y más accesible a su mundo interior. La falla está en que hay también personas interesadas en explotar comercialmente lo diferente, en el caso de la sexualidad por ejemplo el de la moda swinger.
Desde hace algún tiempo nadie hablaba de homosexualidad y de repente explota la controversía y se está hablando del tercer género como una forma de aceptación de las personas que deciden pertenecer a otro género del original con el que nacieron; el trauma subyace en que no hay la suficiente preparación para aceptar este hecho.
Enfatizo en el ejemplo que arriba mencioné las parejas swingers existen en distintas modalidades de convivencias, por ejemplo una mujer con dos hombres, un hombre con dos mujeres, etc. y quizá en nuestra cultura hemos precisado le existencia clandestina de tales relaciones sin que medie ninguna exitación, ni alarma, porque aún tales situaciones no han emergido. Lo convencional resultará aburrido con el tiempo y la gente está buscando alternativas, tampoco el amor se puede ligar a que guarde su esquema original de la relación humana, hay personas que se perturban cuando escuchan de alguien que se enamoró la imagen en una fotografía ó quién se enamorá de una planta en una matera; el tabú parece más bien nuestro deseo de no querer saber y negar la realidad tal como es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario