domingo, 15 de septiembre de 2013

SOMBRAS

Por. Yania Salazar





Lanza un piropo y se queja por la piedra.

"Las mujeres siempre quieren un hijo" me dijo un paciente con cara de temeroso frente a lo que yo como su Terápeuta podría decirle. 

Pero traté de enfocarlo por su lado masculino en el evento de que una mujer siempre desea madurar y adquirir una responsabilidad para atreverse a explorar esa etapa de su vida, aunque al final resulta que su afán suele terminar en una decepción ó caso más grave una frustración. La cuestión es que una mujer no cálcula la dimensión de su deseo y se deslumbra rápidamente ante lo que parece una sombra.

De la sombra de la que hablo es la del comercio, es la del establecimiento, es la del sistema social. Ha visto usted un comercial sobre pañales para bebés, ó la ternura que representa una mamá paseando a su bebé, ó la incitación hacia la paternidad responsable. Pero para desdicha propia y ojalá ajena hoy en día la imagen de la madre gestante no conmueve ni siquiera al pasajero de un bus que ni quiere ceder el puesto a una embarazada, ni postularse a ser papá o mamá.

Estámos ante la disyuntiva si es conveniente o no la de imponer la vida como respuesta a un deseo individual sin ver más allá de las posibilidades y oportunidades que se puedan tener.

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