Por. Yania Salazar
Los que la deben pagarán con réditos.
Allá en ese país se utilizan a las mujeres:
Los guardianes de las cárceles negocian con ellas la entrada y la salida.
Los Padres de la iglesia les cobran las confesiones.
Los políticos los favores y prebendas.
Los comerciantes les cobran la vanidad.
Los enamorados les hipnotizan con regalos.
Y la autoridad calla.
Son las mujeres las que más trabajan pero menos se les paga, las que más llorán y sin embargo nadie consuela, las que más sufren y no es redimido su dolor.
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