A CAMPO ABIERTO
MARIO
EL CABO
EL BALIN
MARIO:- Gentusa, por doquier, ¿no habrá un remedio para todo esta contaminación? que solo queden los buenos
EL CABO: - ¿Acaso vos no sos bueno?
MARIO: - Soy malo gracias a Dios, y por eso es que puedo hacer esto (saca del cinto un revólver que activa contra una fila de botellas que va rompiendo con una puntería magistral)
EL CABO: - Es que estas pensando en que esto es el antiguo Oeste o qué, y guarda eso que aunque no esté en servicio puedo arrestarte por andar desafiando el orden.
MARIO: - (Ríendo) ¿Cuál orden? si esto es un basurero y a mí me corresponde limpiarlo (se ocupa de poner nuevas balas al revólver)
EL CABO: - Yo sé que hay casos pero la mayoría sueña con tener una casa, una esposa o esposo, unos hijos y hasta una mascota, solo quieren vivir en tranquilidad y recibir todo como una bendición.
MARIO: - Pero quién quiere tranquilidad en medio de este caos, mira y aprende de las mujeres que ellas están siempre inconformes con todo, se casn sin querer, tienen hijos sin desear, son esclavas de la luna y de su período menstrual, maleducan, se vuelven astutas e infieles por conveniencia, en resumen hacen más daño que estas balas (vuelve a disparar sobre los vidrios de las botellas rotas)
EL CABO: - Te dije que guardarás eso (Cuando siente que es la última bala se avalanza sobre el sujeto y le reduce, de una casa cercana surge un personaje)
EL BALIN: - De qué se trata tanto alboroto
EL CABO: - Este man que se puso de malas, pero ya está controlado
EL BALIN: - Mira hombre, no te pongas intenso con ese hombre que es hermano del partisano ese otro si es malo, llega a saber que maltratastes a su sangre y te cobra el doble.
EL CABO: - ¿Y dónde está ese man?
EL BALIN: - Anda por allá (Indica una cumbre donde se ve la luna y la silueta de un hombre que ahuya como lobo y dispara como un baquero del Oeste)
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