SALA DE ESPERA DE PSIQUIATRIA
TAPITA
ESPEJO
ENFERMERA
TAPITA: - Tengo las manos frías, un mal síntoma, mi vista no alcanza a leer el cartel que se encuentra a un metro, qué tal si alucinará creo no podría ver la alucinación.
ESPEJO: - Eres a pesar de todo una buena persona
TAPITA: - No sé que diré allá dentro, quizá me invente una historia fantástica como las que yo suelo escribir y de repente puedo convencer que lo mío es pura afición, y no es nada grave y tiene una fácil solución
ESPEJO: - La soledad es agridulce
TAPITA: - Yo me esmero por poner de mi parte, por vivir en ambientes positivos, por no aislarme y pensar siempre que hay cosas que valen la pena, de todas maneras cualesquiera sea el diagnóstico lo aceptaré .
ESPEJO: - Todo tiene solución
ENFERMERA: - Su diagnóstico ya está listo (Le ofrece un sobre con unos documentos)
TAPITA: - Pero como es posible si aún la Doctora no me ha examinado, ni he realizado ningún tratamiento, ni me ha resetado ninguna droga.
ENFERMERA: - La Doctora le ha estado mirando a través del espejo, ella con solo observarlo ha determinado su padecimiento y por lo que sé usted tiene muchas posibilidades de sanarse y ser normal
TAPITA: - (Tomando el sobre y examinando los documentos) Tiene usted razón lo más grave que tengo es miedo, pero tienen remedio ¿usted que cree?
ENFERMERA: - Todos tenemos algo de miedo
TAPITA: - Cierto. De ahora en adelante pondré de mi parte, Señorita ¿quiere usted ser mi novia?
ENFERMERA: -Aunque me gustaría la Doctora me tiene prohibido involucrarme con sus pacientes, quizá si lo hago me quedé sin trabajo y de mí dependen mis hermanitos y mi papá.
TAPITA: - ¿Entonces me permitirá que le amé en silencio?
ENFERMERA: - Eso sí
A veces la locura y el amor se encuentran en una sala y resultan experiencias maravillosas que nadie quiere explicar pero que la mayoría de seres dice que guarda muchos recuerdos gratos.