"Cómo aprender a decir -no- sin dejar de ser asertivo" era el título del libro aunque para mí debo confesar me resultaba difícil decir "no", la cuestión va de la mano con la interpretación de una respuesta negativa al grado de que un "no" simplemente es eso y en cambio un "si" hay que justificarlo. Pero el "meollo" de todo es cuando luego del sí mutuo frente a un altar, piensas que todo será un contínuo "si" y te estrellas contra el evidente y real suceso de que existen cosas a las que por conservación hay que dar la negativa; algo peor sucede cuando en medio del derecho natural siendo que esposo y esposa se obligan a sustentar la relación debes en aquel momento por odio, furia ó similar sentimiento decir "...amor hoy no" y dejar que la negativa tome su proporción traiga las consecuencias que traiga; pero a veces chocas también con personas cuya comprensión es humillante que se atreven a decir "...hoy no, será entonces mañana" y demuestran una paciencia que desarma cualquier expresión de enojo, como si dijeran de imprevisto "...está bien, entonces después" y queda en evidencia que a veces dos sílabas son más poderosas que mil.
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