Continuidad en el espacio y tiempo, la vida como un motor a veces toma impulsos, y no sigue un patrón, a veces tiene que frenar y divisar el horizonte para elegir de nuevo un rumbo. Hay circulando un sin fin de situaciones en donde median sentimientos destructivos como los celos, la envidia, y el egoísmo. Pero como para todo se tienen unas reglas hay que conceder el mérito propio a la sociedad por haber realizado un magnífico trabajo en materia legislativa y controlar a los individuos que o van muy a prisa ó quieren llegar muy tarde ¿á dónde? sabrán ellos. Con la sobriedad de la razón se dice que la vida no tiene meta, que cada instante cuenta como único y que la cuestión de que exista o no un motivo para existir (al que muchos denominan destino) es solo el ritmo del todo evolucionando haci un caos. Así que uno mismo busca su ubicación, se busca su suerte y si tal camino conduce al sufrimiento es que se eligió mal y hay que comenzar de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario