domingo, 17 de noviembre de 2013

TERREMOTO FAMILIAR

A veces es necesario que el orden se altere y todo para darse cuenta qué es preciso también un cambio; estoy de acuerdo en algunos criterios y reclamos que han tenido respecto a mí y mi género: que las mujeres hacemos más basura, qué perdemos más el tiempo en nosotras mismas, que tenemos hijos y los mal educamos, que no sabemos estar felices con nada...etc. Yo no puedo ir a defender mi género siendo que los humanos (incluyendo hombres) somos así y que hay distintas maneras de expresión: cultural, étnica de costumbres. Sin  embargo cuando alguien como a mí se me extravían las llaves hago un melodrama nuclear devastando todo orden; en cambio mi marido se sienta a recapacitar sobre en dónde dejó las llaves; igual pasa con los roces que por mi parte siempre por leves que sean van a conllevar a la ruptura de la relación en forma definitiva, pero siempre tan pronto pasa el tiempo vuelvo y recapacito. Y si alguna vez pensé en dejarlo todo, en ir por lo que siempre quise en la vida el sueño me duro lo suficiente para darme cuenta que a veces el hecho de que todo caiga y te amenace y se haga trizas es una oportunidad más para poder dar lugar a una nueva realidad.

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