lunes, 25 de noviembre de 2013

NO TE OLVIDARE

Parece ser cierto que cuando una se casa pierde gran parte de su identidad porque pierde a sus amigos varones; existe quizá la prédica que una mujer casada ya no es tan atractiva "como amiga" porque pierde toda esa fantasía que posibilita una relación que supere a la amistad. Cuando fuí enterada de este fenómeno surtió la tristeza inmensa de perder a una amigo en especial, que por mucho tiempo me acompaño y que a mi modo de ver más de una vez extendió su red de conquista sobre mí, pero que por cuestiones propias de la vida yo solo lo acepté como un amigo; el día de la celebración de mi matrimonio apareció vestido de traje haciendo un verdadero sacrificio porque a él le resultaba incómodo cualquier vestido formal, además apareció con un regalo de proporciones exageradas, cosa que me causo risa, pero lo que me detuvo momentáneamente el corazón fue su semblante resignado. Daría cualquier cosa por saber qué pensaría de mi, quizá se vió herido por el acontecimiento, y a la despedida solo fuí capaz de animarlo con la frase clásica de que "ya encontrarás alguien para tí" y lo peor fue que se vengó con la terrible respuesta que hasta ahora me tiene pensando "ojalá sea alguien como tú, no te olvidaré" colgué el vestido de la boda y no logre superar esa escena, quizá sea en otra vida, porque en esta mi realidad esta hecha.  

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