Cuando tu hijo te pregunta si lo quieres le dices que si, sin dudarlo pero es díficil cuando te pregunta (cuando tienes más de un hijo) a quién de los dos (o más) quieres más. Una mujer mide el cariño en acciones, el amor por un hombre puede ser medido en detalles simples como ofrecerse a abrir la puerta del auto ó hacer que tú pases primero, el caballero ejemplar siempre llega temprano y nunca hace esperar a una dama, se precia de conocer el gusto y elige siempre lo más conveniente. El amor maternal es un carisma que nace desde el fondo y con la llegada de un primer hijo es maravilloso poder expresar el amor que se siente, llega tu segundo hijo y entonces nuevamente el cariño se manifiesta, a esta clase de amor creo no se le puede medir ni atribuir privilegios, tu hijo mayor pueda que sienta celos por el menor, pero tú no puedes permitirte dividir el cariño, tampoco puedes calificarlo por acciones. Lo bonito es poder integral sentimientos y aprobar y castigar en uniformidad las acciones de cada uno, a veces es difícil tomar consciencia sobre lo que cada uno necesita pero corresponder con el mismo sentido por uno y otro.
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