Por Alexis (Q.E.P.D.)
En todo pueblo hay un marica, ó muchos, pero nadie tan genial como este del que les cuento, a propósito le digo marica con todo respeto porque acá ya primo la ley que dice que a la prostituta no se le puede llamar así, sino que se le dice Trabajadora Sexual, entonces le llamaré Gaycito, pues bien con todo respeto a este personaje cada semana se le señalaban nuevas conquistas dentro del sin número de señores, se decía que no solo era peluquero de cabezas sino que además cortaba vellos de aquellas regiones pérdidas del sol, con los caballeros seguro le iba bien porque todo hombre que se respete tiene dos cabezas, a lo mejor haya más vello que cabello y también la pereza de los incautos lo peor, además de que hay zonas a las que nunca nadie llega. Gloria eterna para este juglar, artista de vellos y bellos.
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