Por Alexis (Q.E.P.D.)
El primer tren a vapor que ví en mi vida me impresionó sobremanera, era un coloso magistral rugiendo sobre los rieles a los que sometí a un estudio cuidadoso al punto de sumergirme en diversos mitos dentro de los cuales: el de poner una moneda ó si una persona acostada sobre el riel tiene posibilidades de sobrevivir, ó si el calor fruto del vapor puede quemar ó si la caldera del tren arde más que el infierno mismo y si los taches, pernos ó tornillos resisten tal calor ó si la caldera puede estallar ó si engrasando los ejes el tren irá más rápido ó si en un declive el tren puede sobrepasar los cien kilómetros por hora, si un caballo es más veloz que un tren, si existió un tren blindado, ó si una locomotora es más rápida sin los furgones ó si el tren pita para que los animales despejen las vías, ó si el maquinista de un tren siempre es un anciano, ó si el ayudante del maquinista un joven, y sobre el por qué no hay mujeres que manejen el tren. Ó si es posible correr por arriba de los furgones y si será tan fácil descarrilar un tren ó si los pasajeros del tren pueden accionar el freno de emergencia mecanismo que se halla a la mano... ¿Cuál es tu propósito? me preguntaron y entonces la única respuesta que se me ocurrió fue decir "quiero asaltar el tren de las dos"
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