Esta resignación no da tregua, como tampoco ese vuelo del tiempo que se ensaña con los recuerdos más nobles y por fuerte y tenaz que haya sido el Big Bang ya no nos importa, aún una nueva vida que llega este mundo suele importar solo a dos personas, luego se viene a unir a ese tren de sucesos y causas seguidas de sus sécuelas elementales, un humano es un espacio, una presencia que solicita alimento, cuidado, abrigo, y cariño esto último lo más económico y muchas veces restringido a un solo interés. Es triste, un humano solo es el ser de una raza que viene a depender y a adaptarse a un ámbito donde se asesina la naturaleza, donde se cultiva a los animales y donde se odia y se guarda rencor por los hábitos continuados; habría la posibilidad que lo extraterrestres fuesémos nosotros y los animalitos lo únicos terrestres con derecho a la soberanía sobre este planeta sin embargo allí estamos matando, hiriendo, torturando, y decidiendo el destino de otros seres con nuestra ignorancia y nuestra supuesta capacidad para razonar que no es otra cosa que el ego hablando sin ton ni son.
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