Sus cabellos dorados se agitan con el viento, y aunque busco su mirada no me otorga tal derecho sabe ella que me encantan sus ojos claros, fuma y lanza el humo y yo quisiera tener la posibilidad que tiene ese cigarrillo de tocar sus labios, esta mirando al absoluto, y yo solo le distraigo con mi incipiente manera de hablar y hablar "... parece que hubieras comido lengua..." dice al extremo de reír. Esta sentada en el parque esperando a un cliente para leer su suerte, su futuro. Le insisto en que yo tengo dos manos para que practique su arte, y ella lanza un "lo sé" taciturno, meláncolico, difícil de entender. Mientras, trato de aniquilar a cualquier costo ese hielo que nos corroe en medio de el trópico que me hace sudar, ruego que el tiempo vaya tan lento como sea posible y entonces mis ojos se encuentran con los de ella y en seguida me evita, pero entiende mi pasión, aunque la verdad haría cualquier cosa por ella estoy atado a un empleo, a una forma de ser y entendiendo todo eso solo me queda estar allí sentado a su lado, junto a una mujer que conoce más de mi que yo mismo.
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