Terrible resulta una idea de un pensamiento frío, injusto, desafiante, perpetrador, sofocante, inverosímil, rapaz, merodeador, apaciguante, deliberado, extenuante, difuso. Ese deseo insatisfecho que culmina con la idiotez y con marcada violencia, Ghandi describia a la pobreza como la peor forma de violencia, pero lo peor estriba en que la ira cae en el vicio de ser solo una acción en contra de y que como acción tiene una reacción denominada por muchos como venganza. Nadie puede ver feliz a nadie y en medio del caos la secuela fundamental es hacer caer en cuenta: al niño se le fundan miedos, al adulto tabús, al anciano la demencia y al agóníco el pecado original. Es triste padecer y es más triste encerrar resentimientos en un cofre dispuestos a cobrárselos a otros, hay que precisar que todo sistema tiene su desagüe, su porción de suciedad y que sobre todo no tenemos que ser tampoco las víctimas ni los culpables cuando el destino ha supuesto para nosotros no errores sino accidentes felices.
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