Por: César Vélez
La prédica no es no tener sino necesitar urgentemente.
La desilución prima de no tener más que lo que hay; culpa de una horda de seres básicos, cuyo temor hacía el mundo se inicia desde que nacen; pocos merecen vivir aquí, esta realidad es la perdición de muchos en cuanto comienzan a anhelar, estamos a puertas de obviar lo importante y fracasar una y otra vez, porque aprender cuesta más de lo que tenemos. Si nada vale nadie se puede considerar rico, hay que por eso atesorar lo más valioso en nosotros mismos, así que donde quiera que vayamos el ingenio estaría allí, pondremos la cuota de sacrificio en todo y lograremos un beneficio mutúo posibilitado para la comunidad, la idea es que la mente no distribuya, no divida, no nos aparte de quedárnos con la idea de que somos los primeros; en cuanto la lealtad a esta regla surja veremos que todos tenemos lo que a bien nos corresponda y ese acto será la clamada justicia social.
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