lunes, 12 de agosto de 2013

PERCUTOR

Por: César Vélez

Cuando la cabeza falla, falla también el cuerpo.

- A mí que me vengan con esos cuentos, mató y como del muerto - decía el negro Príamo allá dentro en el baño mientras hacía del cuerpo.

Dos hora después decían que lo hallaron en el desbarrancadero, muerto y que lo mataron por faltón, pero Dunya dice que fue que porque los de la pandilla le dieron un fierro dañado. Y eso fue verdad porque a Veneno ya se la hicieron y cuando fue a disparar para defenderse el revólver no funcionó, alli llevó.

Por eso ahora se cogieron de campo de tiro la cancha.

Y allí estaba el Canelo de nuevo dejando la pistola en el piso mientras con la boca escupía y con su odio trataba de atinarle a la botella fingiendo era la pinta que se cargo a su hermano.

Esto se encendió y ante la escasez de armas subieron toda clase de males dizque hasta ungüentos mágicos, y luego se dijo que allá en lo alto que a los de la tropa les bajaron las armas y por eso ahora si de cierto habrá lluvia de plomo.

Por eso Canelo fue el próximo en caer pero antes de eso se llevó por delante una docena que a la larga nadie extrañará acá ni allá.

Una arma mijo se debe tratar mejor que a una mujer, se le debe querer, engrasar sus partes, y jamás dejar que otro la toque. y si ocurre que otro la quisiera tener que primero esté dispuesto a morir por ella.


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