lunes, 19 de agosto de 2013

FINADITO

Por: César Vélez

La muerte es la cura, la vida una locura.

Prepararon el café pero ni muerto el finadito fue cumplido, en puras promesas quedó y el café se volvió a enfriar.

¡Benditos! perdimos el tiempo a lo mejor el Cura no dió la bendición como se decía que el finadito ni en dios creía y que era por no dar limosna, dicen que allá arriba se entraron a la casa y voltearon todo buscando un tesoro que a la final no hallaron.

"Me dan ganas de pellizcarlo haber si en serio estará muerto" decia don Buitrago, y solo fue al cementerio para ver si no había acaso otro atrevido que desenfundará para pegarle su tiro y quedar todos tranquilos de que al fin partió.

Es de no creer, la excepción a la regla que dice que al que hierro mata a hierro muere, este señorcito se fue tan campante, allá la gente ignorante dice que se lo llevó el Diablo por el pacto suscrito, otros dicen que fue Dios el que le concedió el milagrito y otros más que fue la suerte que tienen los viejitos.

A todas estas a penas concluido el sermón y cerrada la tumba vinieron los ladrones y destaparon el féretro y se dieron cuenta que el finadito ni reloj llevaba más por maldad le escupieron, le tiraron piedras, le gritaron y luego lo dejaron desnudo y sin ataud porque acá cualquier cajón vale para el muerto que hay a cada segundo.

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