domingo, 18 de agosto de 2013

BAJO CAMA

Por: César Vélez

El secreto es que no hay secretos

Cuando Ofidio entro en un estado critico los de la Junta fueron a la ciudad para traer al mejor Médico, pero el diagnóstico les dió vanas esperanzas además de una lista larga de medicamentos para lo que no hubo dinero. Y entonces atendiendo el consejo de doña Tila fueron a ver a Mamá Santa, una señora con capacidad para pelear contra la misma muerte si era el caso.

Ordenó entonces Mamá Santa tomar un huevo fresco de gallina y romperlo y echarlo bajo la cama en que estaba Ofidio.

Dicen quienes estuvieron que apenas el huevo fue vertido sobre el suelo comenzó a ebullir como si lo hubiesen depositado sobre un sartén con aceite hirviendo. Doce horas más y Ofidio volvió a la vida pidiéndo agua y diciendo que más allá no vió nada y acordándose eso si de quienes le debían a él dinero cosa que si algún día sucedia el milagrito de que todos le pagarán él sería rico, "nadie se va sin pagar" dijo doña Tila y agregó además "creo don Ofidio que con la resurrección todo lo que prestó se le devolvió para bien". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario