Por: Xervantex
Nadie durmió, el ventilador hacia mucho ruido, el paisa se dedicó a verificar si era cierto que en el hotel del frente habían Azafatas, el Copiloto intentaba escribir algo en un papel, y yo estaba preocupado por mi arma que parecía estar averiada.
A las 2:30 p.m. salimos del hotel luego de dejar atascado el baño y sucia la única toalla y el papel higiénico regado por toda la estancia, las camas ni las destendimos. Afuera la calle hervía en calor y en avioncitos de papel que jugaban al viento.
"Hasta aquí llego, muchachos" les dije, y ellos forzaron una sonrisa y dijeron adiós. Yo iba a empeñar algo para tener para el pasaje de regreso a mi tierra.
En la terminal el sueño termino por vencerme, los horarios de salida habían variado y me compré un libro para pasar el rato pero me quedé dormido en un rincón hasta que siento a alguien llamándome por mi nombre y veo a mi amigo Carlos al frente y cuando quiero decir "esto si es coincidencia..." me interrumpe diciéndome que nuestro amigo en común el paisa ha sido detenido por un asunto de aviones que ni él logra entender hasta que le convenso que la cosa no es grave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario