Por XervanteX
La desazón que plantea la vida tiene una sombra: la inocencia. Alguna vez fuímos niños y no importo cuan difícil resultaban las circunstancias, esa misma razón que hacía que el mundo fuese un lugar para divertirse, donde la gente que estaba era cálida, nadie osaba envidiar a nadie, y las condiciones eran las más adecuadas. Pero se daño el panorama cuando el mundo quedó pequeño ante los medios de comunicación y ante la propagación de las especies, hoy los viejos extrañan la cristalina agua que bebían, la modestia de la gente y la urbanidad. Hoy la cultura es un vacío, y no hay que preocuparse por la basura que alguien más recogera dizque para eso hay pobres. La duda viene en dósis perversa ¿por qué lo bueno no durá?. Será que esta tierra se convirtió en una terminal de paso para las almas puras y hoy solo quedan los pecadores como nosotros. No sé usted pero yo me extraño cuando era niño y muchos dicen que no he madurado, debe ser porque no quiero ser uan sombra.
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