Por Xervantex
25 de junio de 1998, Cali, Colombia. Son las 12:30 a.m. voy con mis amigos el paisa y el Copiloto por la calle, nos quejamos ya del frío, el Copiloto dice que es peligroso ir por allí, pero le calló mostrando una navaja made in usa(da) que el paisa se apura a robar, la verifica y dice que es un juguete, comprueba el filo y se ríe, "todos se ríen cuando comprueban el filo" le digo yo, - es cierto - dice el paisa mientras me devuelve el arma blanca "por eso mejor vámonos de aquí" digo yo.
Entramos a una discoteca, les alargué un billete para que compraran por lo menos cerveza pero el paisa fue y solo compró para él, nos entretuvimos mirando a las parejas bailar salsa y hablámos sobre el para qué sirven bailar y beber licor, "al matadero" dice el paisa cuando ve que una de las mujeres se cae de borracha y dice "las fiestas son para eso, las mujeres creen que al hombre le gusta bailar, y a uno lo que le gusta es afilar el trompo en la cama" todos reímos con la ocurrencia, hasta que le alzan demasiado a la música y es imposible conversar, al Copiloto le ha sacado a la pista de baile una negrita que baila como dopada. El paisa me pide le entregue la navaja y sin mediar palabra le asesta un ataque al bafle sin que su acción resulte exitosa, terminamos saliendo del lugar y en la puerta el paisa les grita "se las van a comer a todas" cosa que si se escucha pues coincide con la pausa en la música. Huímos.
Dice el paisa "estamos fregados, en Medellín las nenas lo quieren a uno por plata y acá por bailar". El Copiloto esta aburrido y dice que lo mejor es buscar un lugar para dormir.
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