martes, 3 de diciembre de 2013

ANTI-PSICOTICOS

Por: Carlos Alvárez






Hasta abandonamos la química farmacéutica por lo natural, fumabámos el cilantro silvestre en la jungla y de acuerdo a nuestras posibilidades económicas y estos escritos surgieron de los terribles sueños que el humo propagaba por doquier, no erámos viciosos, erámos virtuosos intelectuales señalados de la enfermedad máxima que significa existir. Nuestros archivos delictivos alguna día fueron consumidos por el fuego que todo lo redime y salimos libres. 

A nuestro primer amigo que desertó de la vida por una sobredósis le intentabámos seguir otros pero no teníamos bastante dinero para la dósis fulminante, con la piel reseca, los ojos rojos, y el cabello cayéndose por doquier fuímos a donde el Médico para que nos quitara el vicio pero el galeno dichoso nos envio a el Especialista y éste donde su amigo y al fin terminamos entre putas cuyo vicio adquirido era el de succionar un falo hasta sacarle chispas ó la leche "preñable" que se perdía escupida en el suelo ó en el sanitario.

Así fue como cambiamos un vicio por otro y ahora eran las mujeres las que imponían el paso y hubo más de un zarrapastroso que termino casándose con la dominante y aplicándole la condena máxima: cuidar y responder por sus hijos. Así fue como luego del sexo por carecer de control de natalidad nos dedícabamos a el club de la pelea donde el éxito era acabar con las gónadas por no decir testiculos ajenos para que así quedásemos estériles y pudiesemos disfrutar del acto sexual más libre del mundo por años y años. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario