lunes, 16 de diciembre de 2013

CHAOS

Por César Vélez





"Porque hay también adictos a la vida"

Llego muy temprano, por eso me deja esperándola en la habitación mientras se da una ducha, por debajo de la puerta me llega un aire a hierbas, estoy perdiendo el sentido y despierta en mí el instinto básico. Me pregunto si dirá algo si abro violentamente esa puerta y la sorprendo desnuda y le hago el amor por no decir que la intento violar hasta donde me sea posible. Olvido la idea, ella sale y se queda mirándome, eso pareció un clamor a que haga lo que un hombre y una mujer están llamados a hacer. Pero quizá sea una prueba y desisto, me dedico en cambio a verificar el orden en que están ordenados los libros. Salimos y buscamos un lugar muy íntimo, creo que ella abuso de su maquillaje, pero el licor nos dió la valentía y el permiso para alabarnos el uno al otro y luego bailamos, nos jartamos de vivir, de ir de venir, de estar y surtió la pregunta que lo resume todo "¿me quieres?". Y entonces le conté el cuento que a todas les contaba y que aquí no voy a contar pero que dice que un día conocí a alguien de quien me enamoré y le prometí amor incondicional, ella se casó con otro, y sin embargo tenía mi amor, hizo su vida aparte y sin embargo allí estaba yo, y creo que ese es el amor más fiel que puede haber, pero nadie resiste tal verdad, asi que adiós.

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