MALEV
La infidelidad existe desde que existe el oficio más antiguo del mundo. El amor siempre ha tratado de escaparse del sentido de compromiso, de la responsabilidad, de la obligación, en estos tiempos creo lo ha logrado, escucho a las juventudes hablar de términos como amigovi@, de intercambio de pareja, de aventuras a ciegas. Yo intenté por muchos años creer en el amor de pareja fiel justo como un homenaje a lo que ya no se ve, al punto que las demás mujeres me envidiarán, pero como nada es eterno sucumbí y enfrenté a mi pareja y descubrí que el amor se traiciona a sí mismo y es cuando uno de los dos quiere algo y el otro no. El amor debería concertar; no lo opuesto, el amor debería ser incondicional, debería ser solución, debería adherirnos más, pero todo eso es un deseo que se ahoga en la culpa, en el resentimiento, en la envidia y luego en el arrepentimiento. Comparto que para querer a otro hay que quererse uno mismo y que es fenomenal encontrar alguien que logre una reciprocidad afectiva que nos conduzca a explorar otros mundos.
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