jueves, 10 de enero de 2013

NO MAS HELADOS

Alejandra Erazo Vega





Estaba orgullosa haciéndo gala de tener buena dentadura blindada contra todo cuando sentí el frío filtrarse hasta lo hondo de mi ser que ¡ni un orgasmo!. El Odontólogo cotiza el tratamiento y definitivamente el valor es superior a mis posibilidades, acudo entonces a un colega que hace al igual que yo gala de ser un Odontólogo empirico, a sus ojos mi salud dental no esta tan mal mientras le prometa aceptarle la invitación a degustar un helado. El tratamiento a base de flúor y sellante al parecer resultó y cumplo mi promesa de la cita pero tan pronto como pongo en mi boca la primera dósis de helado siento que los huesos se me encogen y echo la cabeza hacia atrás para detener el espasmo. Pero mientras estudio cómo decirle a mi acompañante que su tratamiento ha fallado sonrío y en mi mente de una vez se van haciendo los presupuestos para acceder a un verdadero especialista en la materia, mientras tanto cero helado.

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