Alejandra Erazo Vega
De niña los adultos le insinúan el estado crítico de ser "mujer" y con cierta malicia algunos insisten en que ya llegará el día en que se descubrirá; mi mamá dice que hay que disfrutar la niñez y prepararse para "sufrir". Por todos lados encuentro problemas de género relacionados con ser una "mujer". Hoy todos andamos con preocupación, una de mis tías ha resultado diagnosticada con un cáncer, esperamos un segundo concepto médico, mañana una de mis primas menor de edad quedó embarazada y creo es el fin de su desaforada vida de parrandas; a una amiga el marido le ha pegado; otra amiga tiene problemas de bulimia. Con este cuadro no puedo menos dar razón a lo que en niña me advertian los adultos. Mamá murió hace años víctima de una cirugía producto de un diagnóstico erróneo. Yo he tratado de vivir, de salir adelante, tengo tres hijos y me hice cargo de un hijo que tuvo mi padre con una chiquilla que no sirvió para mamá. Quizá eso hay que decirlo así hay gente que no sirve para adquirir una responsabilidad sobre otra persona. Lo peor en mi vida ha sido ver como esas mentiras se han repetido tanto que ahora son verdades y cómo a pesar de todo les repito una y otra vez a mis hijas y ellas no hacen caso ni me creen, tendrán que ver ellas mismas la vida para entender.
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