Por: el Mariscal
La felicidad es una cañon caliente en la sien.
En una época las armas de fuego tomaron mucha importancia ante todo en defensa de lo que la humanidad trazó como "propiedad privada", las estadísticas de muertes por accidentes con armas de fuego subían de forma alarmante y los fabricantes hicieron entonces modificaciones en sus artefactos para que cesarán los accidentes y un arma pudiera ser activada solo cuando su dueño asi lo dispusiera. La cuestión hasta filosófica respecto a si una bala disparada es más rápida que el pensamiento se esgrimió, y muchos hacían alarde de su rápidez con el gatillo tanto como con sus mentes. Desde luego que hubieron sus excepciones, gente que se puso el arma en la sien y por fortuna el arma se averió ó quien se disparó y la bala rebotó contra su cráneo, ó el que simplemente activo el arma y por no haber manejado nunca el artefacto falló.
Los Forenses dicen que la condición física humana permite que una bala en la cabeza sea tan letal y rápida como una descarga eléctrica alta.
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