PARABOLAS PAISAS: CRUCIFIXION
Por. Efraín Celis
Al caído crucificarlo, en la religión eso del sacrificio de la crucifixión no fue tanto comparardo a los castigos de los inquisidores que quemaban a las mujeres por practicas de brujería, a los hombres por calumnia, y a los niños por bastardos; y cuantos horcados y decapitados y fusilados, por la misma infamia del poder en manos de unos cuantos, y faltan los azotados, envenenados como Sócrates, condenados como Juana de Arco ó como Sir William Wallace, y otros que fueron a morir en la cama rogando la clemencia del cielo y el perdón de su decendencia por esa injusticia de nacer en este mundo.
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