Por: Clever
Ser bueno no es conveniente, ser malo tampoco.
Cuando el imperio del sol se rindió ante el fuego nuclear que se decía podía arrasar el mundo en menos de seis días la paz se firmó en un sitio neutral, en un barco, los residentes ondearon banderas, los extranjeros hicieron lo de siempre un saludo en venia, eran simples viejos y taciturnos generales que habían desplegado tropas juveniles y macisas de energía, esperen entiendo, estos vegetes se cubrieron tras sus escritorios mientras en los campos de batalla murieron los inocentes. Pues es así. Y sigue siendo así, porque en el amor como en la guerra pesa la experiencia, y está dicho que en medio de la batalla no se puede dejar vivo a nadie porque luego el que es bueno con el enemigo corre el riesgo de ser asesinado por aquel. Es mejor acabar de una vez con todo presente para que el futuro no venga a ajustar cuentas.
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