PARABOLAS PAISAS: VOTOS
Por. Felipe Diez
Partió el buen samaritano a la ciudad por el camino halló a quién tenía sed entonces le dió de beber; pero halló también a quién tenia hambre entonces le dió de comer, pero luego halló que habían malas personas: la mujer que quería vender su cuerpo, ó el usurero que quería más, el dueño del terreno que cobraba peaje y la autoridad que le quería robar. Pero el samaritano a nada sucumbió dió todo y a la ciudad vacio llegó entró a un templo se hincó y dijo "Señor, ya lo he dado todo, ¿qué más deseas de mí?" y el Señor le replicó el por qué había ayudado a una gente y a otra no "es que son personas malas" le contestó el samaritano. Pero olvidó que frente al Señor no hay gente mala ni buena y que todos podemos ganar su gloria.
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