miércoles, 20 de marzo de 2013

PRESTAMOS

Por Mildreth O.



Estoy en una situación económica alarmante y aunque el temor por los créditos Bancarios esta superado me abstengo de solicitar un nuevo crédito y mejor asistó a una casa de empeño portando mis joyas, pero lo que me deja incrédula es que el brillo del oro no es el que me habían dicho, me prometí por tanto aprovechar cada centavo obtenido, al parecer estoy fuera de onda y lo primero que pienso comprar es ropa, pero los precios son demasiados altos y desisto; hablo con amigas que me remiten a un prestamista un señor culto y de delicada voz que cuenta los billetes uno a uno pero a la hora de hablar de intereses y fechas de pago acentúa su lema de "negocios son negocios". En eso coincido y se vuelve realidad cuando olvido pagar la primera cuota y un motociclista viene y llama a la puerta con la soberbia de un cobrador violento y solo aplaca su ira al ver los billetes uno sobre otro donde no medió disculpa alguna.

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