Por Uld Hinestroza
Uldarico Hinestroza, 17 años, estudiante, comparte su quehacer literario con su afición con el canto lírico.
Venció su maléfica tendencia a romper el vidrio, para luego ir a ofrecer sus servicios de reparador, más se identificó como el mago de magos (con mayúsculas), hizo alarde de coger los vidrios con las manos denudas e imitar al mimo en cuanto a la ventana sin vidrio asomado y bloqueado por una pantalla invisible, hizo con globos fantásticas figuras: águilas que volaban de verdad, pulpos que lanzaban tinta, y perros que ladraban. Más bien decían los clientes usted debería dedicarse al entretenimiento, pero para él era mejor ver lamentar a la gente por un vidrio roto para luego alegrarse cuando lo reparaba y luego de nuevo lamentarse cuando les cobraba, odiaba a la gente 100% feliz.
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