Por Uld Hinestroza
Tercio la soga sobre la rama del árbol seguro del nudo de marinero que aprendió, pero como todo tiene sus dos lados allí se le olvidó aplicar fuerza sobre el lado contrario por eso cuando fue a subirse a la soga soporto su equilibrio a instantes y luego se explotó. Mientras el artista caía iba pensando si el suelo estaría blando, y si hubiese algo de filo, si debería caer de cabeza o tratar de hacer una maniobra para lograr caer bien, miro a la niña acabarse su helado, a la novia dar el beso al amado, al perro alzar la pata, la hoja del árbol caer, a la nube moverse, al oxigeno entrar por su nariz, nada de viento, nada de miedo, la gente expectante a la caída y alguien que se acerca a la velocidad del pensamiento a preguntar ¿No te aburres de ser tu mismo?.