Por Liliana Montufar
Dicen que mejor una puta antes que una esposa, mejor amante antes que novia; llegada la hora te tocará pagar, por cualquiera incluso por esa muñeca llena de vacío, callada, sin aliento, sin vida que descansa allá en tu cama, sin vida, ¿qué te aporta? sino un placer temporal, frío, sin la facultad de amar, de querer de sentir el calor y el placer de estar, de conquistar, de parecer humano; esa es tu manera de reemplazar a un ser mágico que a veces pide y pide demasiado pero que igual da. Algún día despertarás y ese dibujo a lado tuyo nada te dirá, y te sentirás solo, y luego entenderás que lo que vale la pena vale más. Esto es inaúdito hasta de eso tengo que plasmar en mis letras solo para sacar de mí esos celos corrosivos que me dan por ese artílugio de plástico que me quiere arrebatar lo propio.
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