martes, 23 de julio de 2013

CESAR VELEZ: REDENCION

Entrevista vía Skype

* ¿Quién es César Vélez?
- Soy un ilusionista de la vida, un prestidigitador del orgullo y últimamente un sarcastico escritor por no tener otra cosa que hacer.

* ¿En qué se inspira para escribir?
- Comencé por el panfleto reaccionario inspirado en la sociedad que me tocó vivir, migré hacia el anti-poema viendo que no había tantos Poetas buenos y terminé escribiendo barbaridades, siempre inspirado en que la experiencia es la máxima posibilidad de un escritor.

* ¿Por qué es válido escribir hoy en día?
- Se escribe con una pretensión pero cuando a nadie le importa cuanto uno escribe la acción de escribir sirve de terapia, de pasatiempo, el presente está lleno de distracciones diferentes a una buena lectura.

* Tus textos son agresivos ¿es tú intención provocar algún cambio atacando algo ó a alguien?
- Creo que mis textos solo dicen la verdad tal y como yo la percibo, y si son o no agresivos los califica la persona que los toma a título personal, allí está que cuando traté de incursionar en la senda del periodismo me dijeron que estaba crudo y cuando me lancé al escenario literario me calificaron de ambiguo y convencional.

* ¿Cuál es tú escenario favorito para expresarse?
- Si preguntas por el género te digo que predico con el ensayo no rígido,  a veces lanzó testimonio  de vivencias propias y no falta quien se apropie de ellas para sacar como propio un texto, ahora que a pesar de tener a la poesía como medio para deslumbrar en reuniones sociales y enamorar a alguna doncella que se deje es claro que mi fuerte es la palabra hablada y no la escrita, creo que debo buscar un biógrafo.

* ¿Vale la pena escribir?
- Como oficio escribir es peligroso, es una espada de doble filo, al momento te dicen que escribes muy bien y que esperan tu siguiente texto, a la larga se aburren de tí y tus textos y te mandan al carajo. Escribir no es rentable en la medida de que la gente busca algo impactante, diferente; un libro a veces solo sirve para atrancar una puerta ó acuñar una mesa coja así el dichoso libro valga millones.

Contínua...   

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