Por MaLeja
El pensamiento es esa tinta y el papel esa realidad, la pluma quizá sea la imaginación.
Mi abuela me atribuyó el don de ser una mujer inteligente, razonable y justa.
Una mujer debe estar dispuesta a aceptar sus soledades y sus cambios hormonales sin querer desquitarse con el mundo.
No se escoge el sexo, así como tampoco se escoge sufrir.
Lo que pasa es que en medio de tanto mito y tribulación sobre lo uno y lo otro la mujer siempre será la víctima y la que incide en definitiva para iniciar el primer fuego.
Debe ser cierto eso de que el mundo esta así de violento si en la cabecita de las mujeres hay tanto odio.
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