Por MaLeja
Una es una tontita dice una cosa y piensa en otra. Se acongoja por la realidad.
Papá no tuvo alternativa viendo como mamá se iba. A él no le dieron celos, si no una angustia existencial de que la mujer que un día amará se marchase a un mundo desconocido.
Las mujeres por esa época usaban vestidos de encajes y zapatos bajos, el sueño no era ser una princesa sino una dama.
Pero a oscuras el sexo se hacía sin la delicadeza, solo tomándose como objetos del placer oculto que erutaba hormonas y acontecimientos.
Esos encuentros dejaban al hombre inconforme por sufrir la incontinencia del orgasmo rápido y a la mujer le preñaba sino un esperma un óvulo si la cadencia de no servir sino de distracción sexual.
Qué lástima darle este ejemplo a la nueva generación.
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