Por Aley Escobar
Lejos la luz y yo tan cerca del beso,
el astro rey que nos hace al calor,
la intensidad de tu grito no escuchada,
un orgasmo que comienza y no avanza,
engaño de la existencia: la felicidad,
vivir de luces pendientes de amores,
con aparatos conectados en coma,
desconectados no somos nada,
¿Por qué permitirnos reproducirnos?
Para envolvernos a traición
en una esclavitud sin sentido.
Yo digo.
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